
Ya pasó la Semana Santa y muchas personas con gran recogimiento recordaron a Nuestro Señor Jesucristo, con su calvario camino de la muerte en la Cruz y azotado sin piedad por los soldados que lo empujaban a seguir adelante, hasta que cayó de rodillas y entonces los guardias que iban en su camino, ordenaron a un hombre que observaba el gran sufrimiento de Jesús a ayudarlo a levantar la pesada Cruz.
Pilatos se lavó las manos porque no se atrevió a condenarlo después de liberar a Barrabás por el apoyo de las masas organizadas, gritando su nombre y pidiendo su liberación y todo preparado para pedir que crucificaran a Nuestro Señor Jesucristo que, de acuerdo a las escrituras, debía morir para resucitar al tercer día.
Pero, la vida nos trajo luego una triste noticia, Su Santidad el Papa Francisco, después de dar la bendición a los fieles en la Plaza San Pedro, viajó al más allá y se convirtió en noticia mundial.
Su Santidad nos llenó de orgullo a los latinoamericanos, amante del deporte especialmente del fútbol, hincha de San Lorenzo en la hermana República Argentina.
Él nombró Cardenal a nuestro Arzobispo Fernando Chomali, quién viajará al Vaticano a los funerales y al nombramiento de un futuro Papa.
Desde aquí rogaremos por el descanso eterno de este hermano humilde de la Argentina que se convirtió en Papa, asistiendo a las misas programadas a lo largo del país. En la Argentina, duelo nacional durante siete días, es justo y necesario que así se haga por su brillante Papado que al final de sus días también pidió ser sepultado con toda humildad.
Hasta siempre Papa Francisco, que Dios lo tenga en su Santo Reino.
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